La ética periodística es de vital importancia en el contexto de los medios sociales. Según el Libro Blanco de la Información de la AMI (Asociación de Medios de Información), en España ya en 2017 el 56% de la población consume información a través de redes sociales, y éstas son valoradas por el público como «serias competidoras» de la prensa en Internet, y en ellas consumen noticias compartidas por otros usuarios en dos tercios de los casos aproximadamente. Es de esperar que en tiempo transcurrido desde este informe, estas tendencias hayan continuado al alza.
En este contexto, cuando un medio informa utilizando como plataforma exclusivamente las redes sociales, las consideraciones éticas en el tratamiento de la información marcan la diferencia entre la práctica profesional y las publicaciones que tanto abundan en las redes sociales, sensacionalistas, sin contrastar, sin ejercicio de la responsabilidad ni rendición de cuentas, ni respeto por los derechos individuales, cuando no manifiestamente maliciosas.
Como empleados de un medio de comunicación en redes sociales, tenemos la responsabilidad de informar con rigor y evitar la propagación de informaciones falsas y lesivas. Estas son las normas que regirán el ejercicio de la actividad informativa en todo momento:
1. Rigor
Buscar siempre el máximo rigor informativo. Comprobar y verificar toda la información antes de publicarla. Siempre citar a las fuentes. Las informaciones republicadas en redes no son una fuente. No contribuir a propagar rumores, informes infundados ni especulaciones. Verificar el origen y la autenticidad de las fotografías y los vídeos. Consultar con expertos para la cobertura de temas técnicos o complejos. Ser preciso con el lenguaje utilizado en las noticias. Evitra los términos ambiguos o engañosos y aclarar los aspectos poco claros de una noticia. Proporcionar siempre suficiente contexto para que la audiencia pueda entender la información correctamente y no se induzca a error.
2. Respeto y sensibilidad
Respetar la intimidad de las presonas y no publiques información sin consentimiento a no ser que sea crítica para la denuncia de una actividad delictiva o la defensa del interés público. Evitar expresiones, imágenes y testimonios que sean vejatorios o lesivos para las personas y su integridad física o moral. Respetar el dolor de las personas afectadas por desgracias y evita hacer suposiciones sobre sus sentimientos. Respetar la intimidad de los menores.
Tratar con especial sensibilidad los problemas de salud mental. No se debe estigmatizar ni dar un tono sensacionalista y, en su lugar, proporcionar recursos e información de apoyo cuando sea pertinente. Extremar las precauciones al informar sobre grupos o individuos vulnerables, como niños, víctimas de delitos o comunidades marginadas. Siempre debe darse prioridad a sus derechos y bienestar.
Mostrar sensibilidad hacia las diferentes culturas, tradiciones y creencias. Sé respetuoso en la representación de estas culturas y ten en cuenta los matices culturales.
3. Imparcialidad e igualdad
Presentar todas las noticias de forma justa e imparcial, cubriendo diferentes perspectivas y evitando los prejuicios. Tratar activamente de cubrir historias poco difundidas y amplificar las voces marginadas, incluidas las de las mujeres y la comunidad LGBTIQ+. Evitar perpetuar estereotipos o prejuicios dañinos en sus reportajes. Ser conscientes de los prejuicios inconscientes que pueden afectar a la forma de percibir y presentar la información. Esforzarse por garantizar una representación equitativa en sus reportajes, no sólo en cuanto a los temas que se tratan, sino también en los expertos o comentaristas que se citan.
Tener en cuenta la igualdad de género en las publicaciones. Utilizar un lenguaje no sexista e inclusivo y procurar ofrecer oportunidades de representación a a hombres, mujeres y otras indentidades. Buscar y ampliar los puntos de vista infrarrepresentados y hacer un esfuerzo por garantizar que su cobertura refleja la diversidad de la comunidad sobre la que se informa.
4. Responsabilidad y rendición de cuentas
Reconocer y corregir los errores con prontitud. Estar abiertos a las opiniones y críticas del público, y entablar un diálogo sobre cómo se han cubierto las historias. Ser transparente con las fuentes y métodos, siempre que ello no comprometa la seguridad o confidencialidad de las fuentes. El público debe saber de dónde procede la información. Proteger a las fuentes cuando requieran anonimato y, al mismo tiempo, asegurarse de que su información de que está verificada y confirmada antes de publicarla.
Revelar cualquier interés personal o financiero que pudiera influir en la información. Ser transparente sobre cualquier relación o afiliación que pueda afectar a su objetividad, especialmente si existe alguna relación entre la información y entidades o empresas que sean patrocinadoras del medio y que puedan suponer un conflicto de intereses.
5. Diálogo en redes
Fomentar los comentarios de su público y comprométase con ellos. Esto puede aportar información valiosa y ayudar a mantener la responsabilidad. Asegurarse de que haya moderación para mantener un diálogo respetuoso y constructivo. Abordar cualquier comportamiento dañino o abusivo. No tolerar ni propague discursos que inciten al odio, la discriminación o el acoso. Ser proactivo a la hora de moderar comentarios y debates para garantizar que sean respetuosos e inclusivos.
6. Seguridad
Dar prioridad a la seguridad y el bienestar de los sujetos y el personal. Asegurarse de que las historias y la forma en que se cubren las historias no ponen a las personas en peligro, ni física ni emocionalmente. Conocer y respetar las leyes y normativas sobre privacidad, difamación y derechos de autor de las jurisdicciones en las que opera el medio para evitar repercusiones legales.
Utilizar canales de comunicación seguros, cifrar la información sensible y garantizar la seguridad de los dispositivos. Actualizar regularmente el software y utilizar contraseñas robustas y únicas. No ponerse en peligro por una noticia y dar prioridad a la seguridad y formas alternativas de obtener la información.
7. Educación y sensibilización
Esforzarse por educar al público en materia de alfabetización mediática y concienciar a la audiencia sobre la importancia de analizar críticamente las noticias, distinguir entre fuentes fiables y no fiables y comprender el impacto de la desinformación. Utilizar la plataforma para educar a la audiencia sobre temas importantes, como la igualdad de género, los derechos LGBTIQ+, la incitación al odio y la salud mental. Ayudar al público a entender estos complejos temas y fomentar la empatía, la comprensión y el diálogo informado.
Compartir recursos, como enlaces a otras lecturas u organizaciones relacionadas con la historia, para ayudar a la audiencia a profundizar en los temas. Abordar directamente la desinformación y las noticias falsas cuando surjan y proporcionar a la audiencia tanto la información correcta como medios para que accedan a las fuentes por su cuenta
8. Redes sociales y algoritmos
Los algoritmos de las redes sociales a menudo promueven contenidos que generan fuertes respuestas emocionales o controversia. La ética periodística exige evitar el sensacionalismo, el clickbait u otras prácticas diseñadas únicamente para generar opiniones o participación en lugar de informar al público. Resistir la tentación de sensacionalizar o simplificar en exceso historias complejas para obtener más visitas o compartidos. Priorizar siempre la verdad y la profundidad de la comprensión sobre la viralidad y la explotación de los algoritmos.
Hacer un esfuerzo por garantizar una diversidad de contenidos, en lugar de centrarse únicamente en temas que se sabe que funcionan bien en los algoritmos. Al mismo tiempo, refrescar periódicamente los conocimientos sobre el funcionamiento de estos algoritmos y mantenerse informado sobre sus cambios y estrategias. Educar a la audiencia sobre el papel de los algoritmos en su experiencia en línea.
9. Regulación interna
Es la responsabilidad de los periodistas asistir a formación y talleres periódicos sobre prácticas periodísticas éticas. Esto puede incluir áreas como fact-checking, el tratamiento de temas delicados, la comprensión de los prejuicios, el respeto a la diversidad y la inclusión, y el manejo de los algoritmos de las redes sociales. Se celebrarán reuniones editoriales periódicas, en persona o por medios telemáticos, en las que se abordarán los dilemas éticos y se tomarán decisiones en común.
La vigilancia del cumplimiento de las directrices éticas del medio será doble: por parte de la audiencia y dentro de la organización. Se facilitará a la audiencia un canal para denunciar discursos de odio y tratamientos discriminatorios. En el ámbito de la organización se debatirán los tratamientos de los temas denunciados y se revisará su enfoque, y se requerirá la auditoría de entidades externas que revisen los contenidos e identifiquen posibles mejoras.
10. Profesionalidad
Mantener las normas profesionales en todas las interacciones, ya sea con fuentes, protagonistas, colegas o la audiencia. Ejercer la educación, cortesía y respeto de la intimidad y la dignidad de las personas en todo momento. Tener especial cuidado cuando trate con grupos vulnerables y temas delicados. Obtener el consentimiento adecuado para utilizar información o imágenes personales.
REFERENCIAS
La prensa ganó lectores digitales en 2016 y volvió a los beneficios, según el Libro Blanco de la Información 2017 Europa Press (14 de diciembre de 2017) https://www.europapress.es/sociedad/noticia-prensa-gano-lectores-digitales-2016-volvio-beneficios-libro-blanco-informacion-2017-20171214123956.html
Users say they regularly encounter false and misleading content on social media – but also new ideas. Pew Research center (13 de mayo de 2019) https://www.pewresearch.org/internet/2019/05/13/users-say-they-regularly-encounter-false-and-misleading-content-on-social-media-but-also-new-ideas/
Debatecontribution 0en Prueba David
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